Ganar ya no es tan difícil casero

Bolivia es una creación del Perú para no quedar últimos en fútbol (Sofocleto dixit) y desde hace más de un siglo la regla se venía cumpliendo sin alienación alguna. Sin embargo, en los últimos tiempos, nuestro Frankenstain se dio cuenta de que la altura sí cansa (factor no previsto por los próceres a la hora de su creación pelotera) y esto ha sido deslealmente aprovechado por los bolivianos para superar (única y exclusivamente) a nuestra selección. Pero si de algo podemos jactarnos (no, de buen fútbol no) es de la potencia manipuladora de nuestra diplomacia.

Ante la ausencia de triunfos en la cancha, se pretende lograr otro histórico fuera de ella: la creación de un nuevo país, siendo  Perú el encargado de brindarle los recursos necesarios para su fundación. Pero claro, nada en la vida es gratis. Un acta deberá ser firmada para reforzar nuestra necesaria y obligatoria superioridad con la pelota en los pies, única razón para la existencia de la nueva República Popular de Corongo, ubicada geográficamente entre los distritos de Puente Piedra y Ancón.

Aquí un borrador del acta:

Primero. Cada disputa futbolística entre Perú y Corongo deberá iniciar con una ventaja de 3 goles a favor de la blanquiroja.

Segundo. El empate se considerará victoria para el Perú.

Tercero. Toda victoria de Corongo por menos de 6 goles de diferencia será considerada un triunfo peruano.

Cuarto. Antes de cualquier disputa futbolística ante Perú, los jugadores de Corongo (sorry, aún no tienen gentilicio) deberán beber 3 litros de cerveza 15 minutos antes del match, excediendo así en 2 litros lo bebido por nuestros deportistas.

Quinto. Manuel Burga será declarado presidente a perpetuidad de la Federación de Fútbol de Corongo.

Para evitar disputas futuras respecto a límites marítimos, Perú concederá a la República de Corongo acceso directo al mar, cuyo líquido constitutivo será entregado a  dicho país en un balde, para el sano esparcimiento de sus ciudadanos. Ahora sí nadie nos gana. Por mi madrecita.